sábado, 10 de octubre de 2009

Amigos

Definitivamente mi abuelo siempre tuvo la razon en todo lo que me decia, excepto en una cosa: Yo soy un hombre afortunado, pues puedo contar a dos manos a las personas que puedo llamar amigos.

Si, me dijeron que los amigos se contaban con los dedos de una mano, y que inclusive me iban a sobrar dedos SIEMPRE, sin embargo, es en este enunciado, el unico que he descubierto que erro.

Hoy puedo decir, luego de algunos años de pisar la tierra, que tengo muchos mas que un puñado, y son aquellos a los que a pesar de no ver en 15,20, 25 o 30 años, los veo con la misma alegria de haberles visto apenas ayer. Si, es algo indescriptible, es algo casi irreal.

Esta ultima semana ha sido algo mas complicada que las anteriores, pues entre responsabilidades y obligaciones, entre tramites y burocracia de las oficinas estatales donde he tenido que atender algunas actividades necesarias para el desenvolvimiento del diario, y sin contar con lo usual: trafico, gente de mal humor en las calles, violencia y demas (para ser honestos a ratos a mi mismo me da miedo estar en la calle, pero que mas me queda ah?)

Entre unas y otras, he ido descubriendo de mi algunas partes que pense perdidas, y algunas otras que ni siquiera sabia que existian. Encontre viejas amistades, que puedo llamar como tal por las reacciones y situaciones que vivimos, tanto hace unos 15 años como las que vivimos ahora mismo: Esos que de verdad son tus amigos, son aquellos que sin importar cuando tiempo pases sin verles, el dia que los encuentras, estan como si nada hubiese pasado, con la misma alegria de verte, con la misma emocion de conversar y jugar contigo (aunque los juegos ya cambiaron bastante) y que tienen las mismas ansias de compartir con uno su tiempo y espacio. Esos son los amigos de verdad.

No pense jamas, que iba a tener la cantidad de amigos de verdad que tengo, y mucho menos aun, que iba yo a ser amigo de tantas personas que me consideran como yo a ellas con este alto honor y nombramiento, pues en realidad no me considero nada fuera de lo comun y de lo normal en cuanto a relaciones personales.

Sin embargo, el dia de hoy puedo repetir que soy un hombre afortunado: Cuento a dos manos a todos mis amigos (aunque me faltan dedos, pero pa eso son mis amigos y me prestan una mano mas para seguirlos contando)

Gracias a mis amigos y amigas, que siempre han estado ahi aunque no lo hayan dicho ni hecho sentir en años, a los que la distancia y la vida les llevo a otros lares, a esos que de una u otra manera llegaron de nuevo a mi vida, en ciclos en los que los necesitaba mas de lo que pueden pensar, a esas amistades que son tan poderosas que ni tiempo ni distancia han podido menoscabar, a esas amistades que atesoro con el alma...

Gracias a mis AMIGOS.